2 de septiembre de 2012

Monells

Formado a ambos lados de la riera del Rissec, es uno de los pueblos más bonitos del Empordà y posiblemente de Cataluña. En la orilla derecha, el barrio del Castillo, compacto y fortificado,  formado alrededor del antiguo castillo, del que solamente se conservan las murallas. En la orilla izquierda, el barrio de la riera, con casas de los s. XVI y XVII, se agrupa de una manera más dispersa, y se centra en la iglesia de Sant Genís. Cada rincón del pueblo suscita recuerdos de su pasado medieval. Lo más destacado, aparte de sus casas, de extraordinaria belleza, es la magnífica plaza porticada, que era el escenario de un antiguo y muy importante mercado que se celebraba durante la época medieval y hasta el s. XVII.

En 1102 el castillo de Monells, feudo de los vizcondes de Bas, se convirtió en sede de un mercado semanal. El mercado de Monells, durante la época medieval fue el mercado más importante de la comarca y el origen de la pujanza del pueblo, que mantuvo durante siglos, por eso el rey Jaime I de Aragón, en el año 1234, dictaminó que se usara la mitgera de Monells (medida de granos que se empleaba), como base para fijar los precios de los cereales en todo el obispado.

El castillo de Monells  fue a menudo codiciado en la época medieval, en gran parte debido a su situación fronteriza con el condado de Empúries y con las importantes posesiones de los obispos gerundenses del Baix Empordà.

A mediados del siglo XIII los vizcondes de Bas eran señores del castillo de Monells, y, por casamiento de Sibila-hija del vizconde Simó de Palau-con el conde Hug V, el lugar pasó al condado de Empúries.

La plaza de Jaume I es una plaza porticada con forma de rectángulo irregular. Destaca la antigua Casa de la Vila, con una ventana gótica de arcos trilobulados. En el lado Norte, apoyada en uno de los arcos del porche, hay una reconstrucción del año 1881 de la mitgera de Monells.

El conjunto formado por sus plazas y calles ejemplifica la evolución de la arquitectura popular a través de diferentes etapas históricas. Del tiempo del románico, se conservan partes de las murallas y torres que rodeaban el pueblo y el castillo. De estilo gótico, la plaza del Aceite, la calle de los Arcos y algunos ventanales.

Durante los siglos XVII y XVIII se levantaron casas sobre los muros de la fortificación, se reordenan los espacios interiores y se formaron dos líneas de calles, el de Vilanova a levante y el de la Riera en el margen izquierdo del Rissec. En la fachada de muchas de estas casas hoy podemos ver fechas referentes a estos años.

La iglesia de Sant Genís, documentada el año 1019, conserva la cabecera románica. La nave y el ábside son de estilo gótico y la fachada occidental y el campanario son barrocos. 

La población celebra la fiesta mayor, en honor de Sant Genís, el domingo próximo al 25 de agosto. El cuarto domingo de enero tiene lugar la fiesta pequeña.

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